EN MEDELLÍN EL CLIENTELISMO TIENE COOPTADOS LOS ENTES DE CONTROL GUBERNAMENTAL: CONTRALORÍA, PERSONERÍA Y CONCEJO.
En su orden,de izquierda a derecha: Patricia Bonilla Sandoval Contralora General de Medellín; Federico Andrés Gutierrez Zuluaga Alcalde de Medellín y José Nicolas Ríos Correa Secretario de Servicios y Suministros de la Alcaldía de Medellín. Imagen tomada de internet: https://telemedellin.tv/medellin-indice-de-gobierno-abierto/245161/
Desde 1995, la organización no gubernamental,
Transparencia Internacional, viene publicando su Índice de Percepción de la
Corrupción: este instrumento mide los niveles de percepción de la corrupción en
diferentes países del mundo; es un índice compuesto, que se basa en diferentes
encuestas y obtiene la información, fundamentalmente, de dos fuentes: expertos
y empresas. Para transparencia Internacional, la corrupción es: “el abuso del
poder encomendado para beneficio personal”.
Teniendo en cuanta que el Índice se mide en una
escala de cero (0) a cien (100) puntos, donde cero es una percepción de muy
corrupto y cien es la ausencia de corrupción en un país.
“Según se resaltó en el documento, Colombia ha mantenido desde
hace cuatro años una calificación de 37 sobre 100 puntos, lo que para
Transparencia por Colombia demuestra que la percepción que los expertos tienen
sobre el sector público local no se ha transformado.”[1]
Colombia desmejoró 6 puntos para el 2017; pasando
al puesto 96, con respecto a la última medición del Índice, donde ocupó el
puesto número 90 de 180 países.
Para Transparencia por Colombia, organización no
gubernamental, par de Transparencia Internacional, en nuestro país “…se requieren reformas al sistema político permeado por
la trampa, un sistema judicial que debe ser más efectivo en la lucha contra la
impunidad y que se acabe con el clientelismo en el empleo público y la
contratación.”
Para el próximo periodo presidencial, la ONG
colombiana recomienda concentrar la lucha contra la corrupción en tres objetivos
fundamentales: “Transformar
el Sistema Político y el ejercicio del poder”, “Recuperar la legitimidad de la justicia y lograr sanciones
efectivas” y “Romper con el clientelismo en el
empleo público y la contratación”; respecto a este último objetivo, afirma que:
La Administración Pública ha sido tratada
con descuido y mero interés clientelar; ya sea para tranzar votos por
burocracia o para capturar los dineros públicos y ponerlos al servicio de
rentas personales o de intereses particulares. En este sentido se requiere: (1)
una carrera de empleo público donde el mérito sea una realidad y el político de
turno no tenga la oportunidad de abusar de las incertidumbres de la función
pública, (2) fortalecer los sistemas de regulación y control de la contratación
pública, para evitar que los financiadores de campañas políticas sean quienes
ejecutan los recursos públicos, (3) fortalecer la autonomía y las capacidades
de los entes territoriales para garantizar que los recursos públicos no caerán
en manos de los corruptos.[2]
En Medellín, los entes de control gubernamental: Contraloría y
Personería, son fortines electorales.
El hecho que la señora Patricia Bonilla Sandoval,
después de haber laborado 26 años en el Concejo de Medellín[3],
haya sido nombrada Contralora General de Medellín, por la mayoría de los
concejales (20), y que ocho de ellos llevan más de dos periodos en el cabildo
municipal, puede ser interpretado como una buena elección, ya que los
Concejales conocían de primera mano, las capacidades profesionales y éticas de
la actual Contralora. Sin embargo, si tenemos en cuenta el secreto a gritos que
cada vez se escucha con mayor ímpetu, sobre el poder clientelar que tienen
algunos concejales de la ciudad (los más antiguos), respecto a los cargos de
libre nombramiento y remoción, y a un alto porcentaje de los cargos que se
suplen mediante contratos de prestación de servicios en la Alcaldía de Medellín
y en los entes de control gubernamental: Contraloría y Personería; el asunto
pasa de castaño a oscuro.
Imagen tomada de la Cartilla "Por Una Nueva Cultura del PP". Observatorio Planeación Local y Presupuesto Participativo. Personería de Medellín. 2014.
En nuestra calidad de veedores ciudadanos, es muy
preocupante la fría gestión de la
Contraloría General de Medellín, en cuanto al control fiscal que debe hacer a
la Administración Municipal, principalmente en políticas públicas como
Planeación Local y Presupuesto Participativo (PL y PP); sobre el cual hay
suficientes evidencias sobre la rampante corrupción que se viene dando desde su
origen hace catorce años (2004) en el
proceso de ejecución de esta política pública: corrompió a líderes y organizaciones sociales
y comunitarias de las comunas y corregimientos; se convirtió en fuente de
ingresos para financiar campañas políticas de Ediles y Concejales; pago de
favores a contratistas financiadores de campañas y seguidores políticos; pago
de interventorías mediocres, que ayuda a ocultar la corrupción; hasta la
academia, ha puesto en juego su buen nombre, ejecutando contratos con recursos
y tiempos insuficientes para lograr un verdadero impacto en la solución de las
necesidades básicas insatisfechas de las comunidades menos favorecida de la
ciudad; entre otras muchas formas de corrupción. Citando a la líder social,
comunitaria y feminista de la Comuna 6 de Medellín, Doralba Inés Agudelo Uribe,
“PL y
PP es un nicho, donde se gesta la corrupción de lo que llamamos democracia.”
Es realmente decepcionante para los veedores
ciudadanos, encontrarnos con entes de control gubernamental como la Contraloría
General de Medellín, que deberían apoyar y acompañar el esfuerzo que venimos
realizando algunas Veedurías - no obstante
las limitaciones y los riesgos- para investigar y documentar los fenómenos de
corrupción en nuestros territorios. Pero tristemente, constatamos que es todo
lo contrario: el ente de control fiscal, no continúa los procesos de
investigación que realizan las veedurías de manera rigurosa; emiten respuestas
evasivas, y en el mejor de los casos, la sanción se limita a sugerir “Planes de
Mejoramiento” a las entidades objeto de control fiscal.
En nuestro caso, la Veeduría Ciudadana al Plan
Estratégico de la Comuna 6, en seis años de ejercicio veedor, hemos remitido a
la Contraloría General de Medellín, cada uno de los casos donde evidenciamos y
documentamos los graves hechos de corrupción que se vienen dando en el procesos
de ejecución de los recursos públicos destinados a la Comuna 6 de Medellín, mediante
la política pública Planeación Local y Presupuesto Participativo.
Recientemente (31 de enero de 2018), mediante Derecho de Petición[4], le solicitamos a la
Contraloría General de Medellín, realizar investigación fiscal al Contrato
número 4600065388 de 2016, en lo atinente a: la revisión, la edición y la
impresión del documento (Libro) Plan Estratégico Comuna 6, 2017 – 2027, debido
a que en nuestro ejercicio, encontramos múltiples falencias (de forma y fondo)
en este instrumento de planeación del desarrollo de la Comuna 6 de Medellín.
Aunque la petición se refiere específicamente a
solicitarle al ente de control municipal, establecer si hubo algún tipo de
detrimento patrimonial de los recursos públicos destinados a la revisión, la
edición y la impresión del documento, toda vez que esta veeduría encontró múltiples
irregularidades en dichos aspectos; no obstante haber evidenciado y documentado
cado una de estas falencias (de forma) y, además, sustentar de la misma manera,
que es un acto temerario continuar destinando recursos públicos a un plan de
desarrollo, que no cuenta con un sistema de monitoreo, seguimiento y avaluación
y otras falencias de fondo; el ente de control gubernamental, en sus “respuestasde fondo” se limitó a: recordarnos las funciones de la Contraloría; citar las
respuestas de la Administración Municipal a la consulta que le hizo el ente de
control, respecto a nuestra petición; hacer recuento de otros “Hallazgos
Administrativos para la Secretaría de Participación Ciudadana” lo que concluyó
con la recomendación de realizar un “Plan de Mejoramiento”; citar algunas
respuestas del operador, que nada tienen que ver con nuestras denuncias;
recordar que en varias ocasiones el ente de control fiscal, ha advertido a la
Administración Municipal sobre la necesidad de realizar “…el monitoreo y
el seguimiento de los resultados de la inversión públicas…”; para finalmente, recordarnos la importancia de los ciudadanos en la
vigilancia de los recursos públicos.
“Frente a esta dificultad, consideramos que es fundamental el
papel que juega la comunidad organizada en sus diferentes ejercicios de control
y seguimiento a la inversión de los recursos públicos, ya que el papel de la veeduría será herramienta fundamental
para que se logren los cambios en la manera como tradicionalmente se ha realizado el procesos
de asignación y manejo de los recursos públicos…”[5] (subrayado
y negrilla fuera de texto)
En ninguna parte de la respuesta se tocan,
concretamente, los más de diez hallazgos de forma y de fondo, que esta veeduría
documentó y expuso con suficiente amplitud en las 34 páginas del Derecho de
Petición.
Recurriendo al sarcasmo, para tratar de explicar el
alto grado de negligencia de la Contraloría General de Medellín y retomando el
párrafo que citamos de la respuesta, diremos que, para este ente de control
fiscal “…el papel de la veeduría será
herramienta fundamental…”, porque en la
actualidad, este ente de Control Fiscal, no reconoce la importancia que nos da
la Constitución Colombiana de 1991, las leyes y principalmente, el ejercicio
denodado y de alto riesgo, que vienen cumpliendo las Veedurías, ad honorem, en
la lucha contra la corrupción, en nuestra ciudad.
Caso muy similar ocurre con la Personería de Medellín,
Imagen tomada de la Cartilla "Por Una Nueva Cultura del PP". Observatorio Planeación Local y Presupuesto Participativo. Personería de Medellín. 2014.
En este ente del ministerio público, los procesos
disciplinarios se eternizan y terminan por ser archivados, con argumentos que
realmente dan grima. La Personería de Medellín, tampoco es inmune a las
amenazas del clientelismo; al menos, así lo dejo entrever el Concejal Jesús
Aníbal Echeverry Jiménez en una Sesión
del Concejo Municipal cuando expresó:
“…el señor
Personero el día de hoy dio unas declaraciones diciendo que él es autónomo, yo
lo acepto que él es autónomo, así de clarito lo dijo, pero por mucha autonomía
que tenga el señor Personero, también tiene que conceptualizar sobre este tema,
él puede tener una autonomía y se la respetamos, además se la hemos respetado,
porque él nombra a quien quiere allá, él nombra si es del doctor Nicolás
Albeiro Echeverry, no tenemos ningún problema y todos están allá del doctor
Nicolás, nosotros se lo hemos respetado…”[6]
El denominador común en los entes de control
gubernamental: Contraloría Personería y Concejo Municipal, es el clientelismo,
fenómeno nefasto que termina por convertir en una gran familia (algunos más
radicales le dan el nombre de “cartel”) integrada por: Concejales, Ediles,
funcionarios públicos del ejecutivo y los entes de control gubernamental,
contratistas y un grueso número de profesionales de todas las áreas, (“engranajes
multifuncionales” en la maquinaria electoral de la ciudad), que son
recompensados con contratos de prestación de servicios -año tras año- para
cumplir funciones en la parte misional, tanto de la Administración Municipal y
sus entidades descentralizadas, como en los entes de control gubernamental.
Mientras el clientelismo permanezca como vínculo
sanguíneo entre estas dos ramas del
poder público Administración Municipal – entidades de Control Gubernamental, es
muy difícil que los tres entes de control
gubernamental de la ciudad, ejerzan un verdadero control; es muy difícil
que el control ciudadano, se convierta en un
apoyo para los entes de control gubernamentales.
[1] http://www.elpais.com.co/colombia/en-colombia-hay-cada-vez-mas-corrupcion-dice-ranking-de-transparencia-internacional.html
[2] https://mailchi.mp/3a1f8c2ebc00/corrupcion-en-territorios-de-paz-2653081?e=0070052ea1
[3]
Artículo en el periódico El Colombiano
donde se informa sobre la elección de la señora Patricia Bonilla Sandoval, como
Contralora General de Medellín http://m.elcolombiano.com/patricia-bonilla-nueva-contralora-de-medellin-MD3410871
[4]
Consulte
el documento completo (Derecho de Petición) que da cuenta de manera detallada
de los hallazgos de esta Veeduría sobre las falencias (de fondo y forma) del
Plan Estratégico de la Comuna 6 de Medellín, en este enlace: https://veeduriaplanestrategicocomuna6.blogspot.com.co/2018/02/el-documento-plan-estrategico-de-la.html
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