Los marranos nunca han tenido la culpa.
Álvaro Múnera
reconstruyó ante el recinto la historia de un cerdo al que los “muchachos” del
barrio disfrazaron como guerrillero y durante cuatro días fue torturado
brutalmente hasta que el 24 de diciembre lo estallaron con pólvora y luego lo
remataron con un destornillador.
Fuente: La revaluada tradición en torno al marrano en Medellín | El
Colombiano | PUBLICADO EL 23 DE DICIEMBRE DE 2022[1]
Esta terrible narración, que hoy nos puede causar espanto y parecer el
macabro argumento de una película de terror, el 4 de diciembre 2003 (apenas han
transcurrido 20 años) era la triste realidad, por la que pasaba nuestra ciudad y
desafortunadamente involucraba a jóvenes de un barrio popular; en ese momento 17
concejales de Medellín, tratando de parar el desmadre que estaba teniendo una
tradición, como era la celebración (con marranadas) de la navidad, tomaron la decisión
de “…votaron para que se extinguiera la costumbre de matar el marrano en vía
pública.”[2]
Las tradiciones tampoco son culpables.
La razón por la que las tradiciones son
importantes es que transmiten valores compartidos, historias y objetivos de una
generación a otra. Ellas motivan a las sociedades a crear y compartir una
identidad colectiva, que a su vez sirve para dar forma a las identidades
individuales.
Fuente: La Importancia de las Tradiciones | Colegio Albatros Toluca | 22 oct 2021[3]
Así como las tradiciones populares juegan un papel
muy importante en la cohesión social, como la mayoría de las cosas, dicho papel,
también pueden ser tergiversado: sin el debido tramite, se pueden convertir en “un
arma de doble filo”; muchos de los festejos tradicionales involucran: la danza
y otras expresiones de alegría, el consumo de bebidas “espirituosas”[4] y
otras sustancias que alteran el ánimo, todo lo que en términos generales
denominamos "felicidad".
En las estadísticas históricas y en los reportes de
los medios de comunicación, están registrados los resultados negativos de los excesos
en festividades como la navidad y el año nuevo: afectaciones a la salud y la
perdida de vidas (sin contar pérdidas materiales), como consecuencia de la forma
como mezclamos sentimientos (tristeza, ira, alegría, insatisfacción, angustia,
entre otras), con sustancias que alteran el ánimo.
En este caso, de nada sirven los esfuerzos del
gobierno de la ciudad en materia legislativa e implementación de programas
sociales, si estos no están enfocados en la implementación de una estrategia
educativa que fortalezca en las personas, la capacidad para tramitar de manera
consciente y racional sus sentimientos, que, además, potencie las fortalezas culturales (como la identidad colectiva) de las tradiciones.
Es por esta razón, que los recursos públicos, que llegan a nuestras comunidades, deben cumplir con el fin de fortalecer nuestras tradiciones, disminuir los vacíos educativos y propender por un desarrollo integral; los mandatarios y servidores públicos, deben cuidar que sus actuaciones, no afecten nuestras creencias, no se deben aprovechar de los vacíos educativos, de la falta de conocimientos sobre la política, para instrumentalizar, institucionalizar o vulnerar los derechos de nuestras vecinas y vecinos.
[1] https://www.elcolombiano.com/antioquia/la-revaluada-tradicion-en-torno-al-marrano-CP19700130
[2] Ibidem
[3] https://albatrostoluca.edu.mx/colegio/2021/10/22/la-importancia-de-las-tradiciones/
[4] Se conoce
como bebidas espirituosas o destiladas a aquellas bebidas procedentes de la destilación de materias primas agrícolas (uva, cereales, frutos secos, remolacha, caña, fruta,
etc.). Se trata, así, de productos como el brandy, el whisky, el ron, el gin,
el vodka, o los licores, entre otros.
http://infoalimenta.com/biblioteca-alimentos/16/67/bebidas-espirituosas/#:~:text=Se%20conoce%20como%20bebidas%20espirituosas,o%20los%20licores%2C%20entre%20otros.
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